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sábado, 26 de junio de 2010

Ay Celeste, regalame un sol

Empezaba la parte más apasionante del Mundial, los duelos mano a mano. Y el primer encuentro de esta segunda fase era el que disputaban Uruguay, tras haber ganado el grupo A de manera solvente, y Corea del Sur, quien salió segunda en el grupo de Argentina, con argumentos futbolísticos irregulares pero merecedora del lugar de escolta albiceleste. Port Elizabeth era la ciudad que recibía a estas dos selecciones.
El equipo de Tabarez buscando su mejor actuación en los últimos 40 años y los surcoreanos con aspiraciones de repetir o arrimar el bochín a su extraordinaria tarea en la Copa que co-organizaron con Japón hace 8 años.
Arrancó mejor la Celeste, parada ofensivamente con sus tres hombres de ataques: Edison Cavani y los fabulosos Forlán y Suárez. Sin embargo a los 4 minutos Park Chu Young estrelló un tiro libre en el palo derecho del arco de Muslera (invicto hasta aquí). Dos minutos más tarde el novio de Zaira Nara probó desde afuera provocando la atajada de Jung Sung Ryong. La suerte no sería esquiva 60 segundos después cuando el rubio delantero del Aleti la bancó por izquierda, tiró un centro con derecha y mientras la defensa y el arquero dormían una siesta infinita, apareció solito como pancho por su casa Lucho Suárez para entrarle de lleno con el pie derecho y mandarla a guardar. Festejo en el banco yorugua, sonrisa de arrabal tabarezca y 1-0 La Celeste.
La estrategia del pequeño país sudamericano era ceder la pelota a Corea y aprovechar la velocidad de sus delanteros para la contra. Durante la primera etapa salió bastante bien, pese a que la dinámica del mediocampo oriental era interesante, sobre todo con la magia aportada por el Diego surcoreano, Park Chu Young. Pero les faltaba profundidad a los muchachos dirigidos por Huh Jung Moo. Y en ese juego los de Tabarez estaban cómodos, sustentados en la solidez de la dupla central conformada por Lugano y Godin y en el perfil todo-terreno de los volantes Arevalo Ríos y de Diego Pérez. Un oportuno cierre de Fuccile sobre el final de la etapa ante un avance coreano decretó el descanso. Uruguay ganaba bien, pero por momentos reculaba en exceso. Si Corea ajustaba un poco la puntería, podía sorprender y llegar al empate.
En el arranque del ST, los hermanos yoruguas contaron con un cambio: Victorino por Godín, modificando la defensa. Corea dominaba el partido y Uruguay no encontraba la bola, sufriendo hasta en la faz defensiva. Muy atrás se paraba el equipo del Maestro y los surcoreanos se venían con tutti, aunque no lograban penetrar. La tiró por arriba del flaco traversa el amigo Park Chu Son, entró Lee Dong Gook por Kim Jae Sung, hubo una situación medio dudosa que debió haber sido penal para Corea (error de Wolfgang Stark que en el PT también se deglutió otro supuesto penalti pero a favor de Uruguay) y a los 23, mientras la lluvia caía impactantemente sobre Port Elizabeth, un centro al área celeste derivó en un despeje fallido que fue a parar a la cercanía de Lee Chung Yong que cabeceó ante la desesperación de Lugano y la apresurada salida de Muslera. Empataba Corea y era justo. Uruguay necesitaba salir de la cueva, adonde se había metido innecesariamente.
Por suerte para el espíritu latinoamericanista, Uruguay salió. Ahora, ¿por qué se había rezagado tanto? Pareció la actitud de alguien que sabe que va a ganar y cuando necesita, apreta el acelerador. Excesivamente jugado. El asunto es que los de Tabarez se adelantaron en el campo de juego y fueron a buscar la victoria. Se lo perdió dos veces Suarez, con un remate de afuera y un cabezazo muy solo que se fue lejos. Lodeiro ingresó por Alvaro Pereira y esta vez no se hizo expulsar tontamente. El partido se hizo de ida y vuelta. Ninguno quería el suplementario evidentemente. Bajo ese panorama, la levantada yorugua se tradujo en un gol de otro planeta. Luis "Chino" Suárez enganchó de izquierda a derecha y clavó un derechazo con una rosca hermosa colándose la Jabulani en el palo más alejado del arquero. Locura para Galeano, Mujica, Onetti, Nati Oreiro, Ova Laport, China Zorrilla, Benedetti, Gasalla,, Enzo y tantos célebres hermanos del paisito. A Uruguay increíblemente (paradojas del deporte más hermoso del mundo) lo había revitalizado el empate coreano. La figura del partido y uno de los Top 5 de la Copa hasta el momento fue reemplazado por Alvaro Fernández para aguantar los minutos finales. La dignísima Corea siguió intentando y tuvo el empate en los pies de Lee Dong Gook pero la enorme reacción de Muslera y la sapiencia de Lugano evitaron lo que hubiera sido justo, pero nos hubiera entristecido.
El alemán Stark se llevó el pito a la boca y la Celeste, pese al intenso aguacero de Port Elizabeth, iluminó el cielo sudafricano con un sol de ilusiones y esperanzas. La historia grande del fútbol uruguayo renace en la garra de Lugano, la capacidad aeróbica del correcaminos Diego Pérez, el liderazgo de Forlán y la fortaleza goleadora de Suárez, conducidos técnicamente por un verdadero maestro: Oscar Washington Tábarez. La alegría es inmensa para los charrúas pero el camino sigue y todavía pueden escribir un nuevo capítulo glorioso el viernes en el Soccer City. El libro aún tiene páginas en blanco.

Premio "De qué planeta viniste vo`": Luis Suárez. Fenomenal tarea, artífice de la victoria con sus dos goles. Está teniendo un gran Mundial y de la mano de su calidad (no es sólo goles), Uruguay puede seguir soñando.

Premio "Menos diez": Jung Sung Ryong. El arquero surcoreano fue el principal responsable del primer gol de Suárez. Reacción lenta, que aprovecharía el delantero del Ajax. La defensa no lo ayudó.

Pito: Wolfgang Stark (Alemania). Regular. Para el cronista, se comió dos penales, uno para cada equipo. Más allá de eso (muy importante), no tuvo fallas.

Nota de color: Sólo una vez Uruguay quedó afuera en Cuartos de Final. Fue en 1966 en Inglaterra. 4 veces arribó a semifinales, siendo dos veces campeón y dos veces cuarto. Todas las demás participaciones se fue en primera fase. Cada 20 años supera esa instancia  (1930, 1950, 1970, 1990, 2010).

Orgullo Africano

El enfrentamiento entre Estados Unidos, agónico ganador del grupo C, y Ghana, escolta de Alemania en el D, tuvo un claro dominador en el primer tiempo. El equipo africano salió al campo de juego a llevarse por delante a su imperialista rival. Se puso en ventaja apenas empezado el partido: Annan presionó y recuperó la Jabulani en la mitad de la cancha, cediéndosela a Prince Boateng que estaba a pocos pasos. El ghanés puso máxima velocidad, apiló a un yanqui, se abrió un poco y cuando estaba por pisar el área sacó un excelente remate bajo y fuerte al primer palo que fue demasiado para un arquero mal parado: 1-0.
En la mitad de la cancha ganaron siempre los africanos. Eran más rápidos y profundos en el manejo de la pelota.
Estados Unidos llevó peligro claro solamente una vez en el primer tiempo: promediándolo, Finley tuvo un mano a mano que definió bajo, y resolvió bien el arquero Kingson.
A los 37’, hubo una clara para Ghana: pase profundo para Asamoah, que le ganó en velocidad a dos cueveros estadounidenses que parecían tener las piernas atadas. Definió fuerte y bajo, y obligó a una muy buena respuesta del arquero Howard.

El segundo tiempo mostró un Estados Unidos un poco más comprometido con el juego. Apenas al minuto de juego, Feilhaber perdió un mano a mano genialmente tapado por Kingson.
A los 15’, luego de una buena de Dempsey con caño incluido, Jonathan lo baja adentro del área: penal magistralmente ejecutado por Landon “en cada mundial tengo menos pelo” Donovan, que pone el resultado noventoso: 1 a 1.
Con el control de la pelota en el segundo tiempo, los norteamericanos generaron varias situaciones donde pudieron haberse puesto en ventaja, pero siempre se encontraron con la figura del portero Kingson. Las más claras: a los 30’, le tapa bien a Bradley; y a los 35’ Altidore define cayéndose y la pelota se va muy cerca.

Con la chapa igualada, el partido fue al alargue. A los 2’ de juego del primer tiempo suplementario, un pelotazo alto y frontal complicó a la defensa estadounidense. Gyan, a pura fuerza, se la llevó con el pecho, aguantó la embestida de Bocanegra, recompuso su paso luego de trastabillar, y le rompió el arco a Howard con un zurdazo centrado.
Ghana mejoró mucho en el alargue y jugó con suficiente tranquilidad. A los estadounidenses les faltó actitud para salir a buscar la paridad que obligara los penales.

Ghana ganó, jugó bien de a ratos, y por momentos se le complicó. Mostró actitud en su mejor partido de este mundial y promete ser un rival complicado para la garra charrúa.

Premio “de que planeta viniste”: Kingson. El arquero la rompió, descolgó centros, sacó con los puños, y tapó un par de mano a mano. En el primer tiempo jugó muy bien Annan, y Gyan fue decisivo para sentenciar el partido.

Premio “menos diez”: Clark. El estadounidense falló en la jugada del primer gol, y se fue reemplazado a los 30’ del primer tiempo (muy gauchito el DT).

Árbitro: Kassai. Bien. El húngaro dirigió tranquilo en un partido sin grandes dificultades. Correcta sanción en el penal.

Nota de color: en un palco del estadio charlaban distendidamente dos importantísimas figuras del mundo de los negocios: Bill Clinton y Mick Jagger.

La sorpresa la dio el comentarista


Este comentario fue posible gracias al aporte inestimable del Gamallo menor que, a costa de perderse Brasil-Portugal y una mañana de estudio frente al piano, priorizó que este Blog no se perdiera de un partido de estas caracteristicas.
Salud Mundialófilos!!


En la previa, la de Costa de Marfil era una misión imposible y la de éste comentarista también. Encontrarle emoción a un partido en el cual el equipo de Drogba y compañia debian marcar 7 goles para tener chances de clasifar era empresa difícil. Sin embargo los primeros 20 minutos casi nos tapan la boca a todos.
Un Costa de Marfil imparable con llegada por las bandas con Eboué y Boka, con buen manejo de balon y un ataque con 4 delanteros parecía destruir la abroquelada ( y horripilante) defensa norcoreana. La primer llegada clara vino a los 40 segundos de juego cuando un pase en cortada de Gervinho dejo a Keita mano a mano con el 1 oriental, pero éste tiro débil y el portero controló bien. Luego, a los 8minutos, Romaric avisaba de tiro libre. Un minuto después un buen desequilibrio de Gervinho seguido por un disparo que recorrio toda la línea del arco casi provoca el primer estallido. Los "elefantes" llegaban por todos lados hasta que a los 13 Yaya Touré recibe de Boka (gran jugada del lateral) para definir contra el palo, demostrando la calidad del jugador barcelonense. A agarrar la pelota y correr al medio.
Los africanos siguieron en plan de no dejar pensar a los coreanos y al minuto 16 estrellaron un tiro en el palo. Recién dos minutos mas tarde avisó corea con un tiro libre que paso a 1 metro del palo de Barry.Otra emoción iba a llegar cuando a los 19 Romaric define con el arco libre después de una jugada brillante de Drogba, quien bajó una pelota difícil y la reventó contra el travesaño. Parecía que el milagro estaba cerca pero increiblemente los de verde bajaron la intensidad y Corea comenzó a tener un poco mas la pelota tocando en el medio y haciendo el partido mas trabado. Gervinho, Keita y Eboué tuvieron chances de irse al entre tiempo con un resultado que podia ponerle suspenso a la definición del grupo pero la suerte, y la buena intervención del arquero lo impidieron.
Ya en el 2do tiempo se vio un equipo sin esperanzas que corrió pero que perdió claridad. Salvo el gol a los 81 y algunas jugadas de Kalou quien entro por Gervinho no tuvo chances de ampliar el marcador. Mas allá de las intervenciones del portero, o de alguna jugada aislada del 9 Tae-tse no hay necesidad de aprenderse ni de mencionar ninguno de los nombres de los asiáticos. Los marfileños deben estar lamentandose no haber ido a buscar el partido con Portugal, ya que según mi opinión ahí estuvo la clave de su eliminación.
Adíos mundial para Drogba.