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viernes, 23 de julio de 2010

La vuelta a lo cotidiano

Hace 15 días, mientras disfrutábamos de un inolvidable feriado de viernes (más allá del Día de la Independencia, cualquier viernes feriado tiene el mote de “imposible de olvidar”, dada su fabulosa articulación con sábado-domingo lo cual construye uno de los mejores tridentes de todos los tiempos), nos quedaban los últimos dos capítulos del episodio intitulado “Mundial Sudáfrica 2010”. Ya hacía varios días que se venían cicatrizando las heridas de la dura caída con Alemania y los propios germanos habían sucumbido ante el bellísimo fútbol español y un cabezazo genial de Carles Puyol. Uruguay soñaba con un tercer puesto y los holandeses con que la tercera sería la vencida para así, por fin, alzar la preciada Copa. Pasaditas las 6 de la tarde del domingo, todas las especulaciones finalizaron y con ellas, también se acabó la fiebre mundialófila.


Fue el momento de volver a la vida normal, tras las reflexiones, los festejos para quien corresponda y la desazón para la gran mayoría (siempre son pocos los que “ganan”). No hay más proyector en el laburo, no hay más locura por saber cómo salió Eslovaquia a ver si la pegamos en el Prode, no hay más vuvuzelas, no hay más periodistas de la escuela de Niembro haciendo y diciendo boludeces a toda hora en cualquier programa de televisión, no hay más Larissa Riquelme (seguramente sí, pero no en su faz mundialista), no hay más Waka Waka, no hay más Kufner ni Vignolo ni el apagadísimo Walter Nelson. Al que sí vamos a extrañar es a Diego Latorre, un nuevo referente lingüístico en el arte de hablar de fútbol.

Nunca les dijimos adiós porque nos cuesta. Porque sabemos que falta aún bastante para Brasil 2014. Pero sin embargo no es un “hasta siempre” ni siquiera un “hasta mucho”. No sólo estaremos con la cobertura de un capítulo deportivo de sustantiva importancia como es la Copa América 2011 (esa que no ganamos desde hace 18 años), a realizarse en nuestro país, sino que el equipo de MundialVeinteDiez – o al menos una gran mayoría de sus integrantes, con algunas incorporaciones de calidad – está pronto a embarcarse en una aventura un poco más cotidiana, a tratar de ponerle nuestro propio color – con una paleta amplia, pero con límites propios de una línea elegida a conciencia – a esta pasión futbolera . Aún no se ha definido un nombre para eso que viene, pero algo viene. De eso estamos seguros y convencidos.

domingo, 18 de julio de 2010

sábado, 17 de julio de 2010

El Punto de Vista del Comandante Vita

El comandante y su visión siempre original de los hechos

viernes, 16 de julio de 2010

jueves, 15 de julio de 2010

miércoles, 14 de julio de 2010

Reunión bloggera y entrega de premios








Podio del PRODE:

Domingo gris, ciudad vacía y final del mundo:








El Página del domingo. Ni Juárez Celman quería perderse la final



Españoles en plaza San Martín

martes, 13 de julio de 2010

lunes, 12 de julio de 2010

España derrotó al Mourinhismo: España 1 – Holanda 0.


Y bien amigos: lejos han quedado las palabras consagratorias del posteo inaugural. Lejos han quedado la tensión, la espera, la expectativa. Hoy todo ha pasado y mascamos un poco de decepción y bastante de la melancolía de lo que fue y no será. Otro mundial se ha ido y, con él, un pedazo de nuestras vidas.
Yendo un poco a lo que nos toca, debemos aclarar que esta crónica escrita es sólo un aperitivo del plato fuerte: los comentarios en vivo después del partido de la mesa Bloggera en la casa del Comandante Vita que subiremos en breve. Es ahí donde encontrarán el verdadero análisis de la final y del Mundial.
Luego de una sencilla pero bonita ceremonia de despedida que nos entristeció a todos, las dos selecciones europeas salieron al campo de juego con las formaciones aprendidas prácticamente de memoria. En Holanda, los titulares presentaban los números corridos del 1 al 11, demostrando que era éste el equipo que el DT Van Marwijk había planificado para la Copa del Mundo: el gran Stekelenburg al arco, línea de 4 (Van Der Wiel, Heitinga, Mathijsen y Van Bronckhorst, quien jugaría su último partido como profesional), dos volantes de contención (De Jong y Van Bommel, para mí de gran mundial), tres “enganches” (Robben, Sneijder y Kuyt) y un solo punta (el nunca bien ponderado Van Persie).
Del lado español, la numeración era dispar, pero los once los mismos. Casillas al arco; Sergio Ramos, Piqué, Puyol y Capdevilla los del fondo; Busquets y Xavi Alonso en la mitad; Xavi, Iniesta y Pedro -confirmado a último momento- bien sueltos arriba y Villa como referencia de área.
Los primeros minutos del partido mostrarían qué partido quería jugar cada selección y serían un presagio de los 120. Holanda salió a hacer lo que mejor sabe y lo que venimos comentando reiteradas veces en sus últimos posteos: ejercer una presión asfixiante sobre el rival y la pelota en todos los sectores de la cancha. Sin embargo, desde el comienzo del partido confundió presión con juego brusco. Los nórdicos entraron al partido totalmente pasados de revoluciones y cometieron infracciones tan violentas como innecesarias. En ese primer tiempo hubo al menos tres patadas descalificadoras a los españoles, reprimidas tibiamente con advertencias y alguna amarilla por el pusilánime Howard Webb. Quedará para el recuerdo la patada de Karate que De Jong le tiró a Xavi Alonso. Las cinematográficas cámaras de la FIFA (éste fue claramente el Mundial mejor filmado de la historia. Tal vez lo que le faltaba al fútbol para ser el onceavo arte) mostraron al holandés elevando su pierna en forma perpendicular y clavarle los tapones en el estómago al pobre español, que bien pudo haber perdido alguna que otra costilla.
Lo de España era más sencillo y menos belicoso. La apuesta a llegar tocando, soltando laterales y volantes y desbordando a la defensa a través de la movilidad constante de sus atacantes dio rápidamente resultados porque a los 4 y a los 10 la Furia ya había generado situaciones de gol claras. Los desbordes de Ramos obligaban a Kuyt a jugar de 3 bis y Sneijder y Robben se lucían por sus cierres defensivos más que por sus gambetas.
Sin embargo, pasados los primeros minutos España entró un poco en la vorágine que le proponía el rival (fueron amonestados Puyol y Ramos, éste por un patadón) y embarulló su juego. Entrados en la mitad de la primera parte se jugaba el partido que quería Holanda: trabado, violento y disputado. La presión empezaba a funcionar y obligaba a España a dividir el juego, en vez de jugarlo seguro. En esos minutos vimos una verdadera anomalía de este Mundial: Casillas y los defensores españoles tirando pelotazos.
A todo esto, la propuesta en ofensiva de los paisbajistas era pobre. La idea, suponemos, era quitarle la pelota a España en la mitad y salir rápido de contra -algo que no ocurrió en el primer tiempo, pero que acontecería luego- o aprovechar alguna pelota parada. La única y última de esa parte la tuvo Robben, quien disparó desde muy lejos, provocando la estirada de Casillas.
En el comienzo del segundo tiempo se vio a una España decidida a ganar el juego. Holanda siguió con su juego timorato y agresivo, lo que provocó que a los 60 minutos (2/3 de partido) Holanda tuviera 5 jugadores amonestados y a por lo menos dos, Van Bommel y De Jong, jugando gratis gracias a la vista gorda del réferi.
Las ganas no alcanzaban en España y a los 14 Del Bosque movió el banco: Navas por Pedro. En el banco holandés lo único que se movía era el espectro de José Mourinho, amenazando la eficacia de las propuestas de buen fútbol. Dos minutos después el fantasma casi se materializa porque Sneijder le puso un pase Riquelmeano a Robben para dejarlo mano a mano con Casillas. La estrella del Bayer demostró que aún no está a la altura de estas citas y definió al cuerpo del arquero, quien antes se había movido hacia su izquierda, pero logró sacar la Neo Jabulani (la cambiaron para la final) con su botín derecho, logrando despejar el gol y los espíritus chocarreros.
Todos creímos que estaba todo dado para España, pero a los 24 Villa no quiso ser menos que su colega y perdió un gol imposible tras un rebote. Heitinga se lo sacó de forma providencial.
A esa altura, la final estaba emotiva y para cualquiera. Entró el negrito Elia por el exhausto Kuyt, quien ya no podía seguir las corridas de Navas, de muy buen ingreso al partido, jugando bien pegado a la raya derecha y aportando desborde. Elia además podía intentar jugar a las espaldas de Ramos, cosa que terminaría haciendo bien poco. A los 31 se lo devoró justamente Ramos en un córner que lo dejó sólo en el punto penal y a los 37 Robben se deglutió otro gol del campeonato en una jugada en la que se vio muy mal parada a la defensa española. El partido no era técnicamente muy bueno y parecía muy cerrado, pero inesperadamente exhibía numerosas situaciones claras de gol.
En los últimos minutos, los mundialófilos de todo el planeta deseamos que no hubiera goles para que la agonía del Mundial se extendiera al menos treinta minutos más. El Pulpo nos escuchó y fuimos a suplementario.
Para el alargue, Del Bosque volvió a cambiar (Fabregas por Xavi Alonso), demostrando que la mano del técnico también jugó en el torneo. Cesc, quien jugaría treinta minutos excelentes, quedó mano a mano con Stekelenburg a los 4, pero definió mal y el lungo arquero se lució. En la contra, se lo perdió Mathijsen a la salida de un córner. A los 8 lo tuvo Iniesta, pero un gran cruce de Sneijder, quien ya era un central más, se lo impidió y a los 10 un remate de Navas dio en Van Bronckhorst, pegó en el costado de la red y se fue al córner. Ya no había quien no se emocionara con tamaña final.
Para el segundo y último tiempo, Del Bosque imaginó al Niño Torres como héroe de toda España y lo metió por Villa. Para acompañarlo, adelantó a Iniesta que pasó a jugar como un delantero más. Gracias a una pared entre él y Xavi vino la expulsión de Heitinga y fue él quien terminaría vistiéndose de protagonista principal de esta película al convertir tras una gran cesión de Fabregas, que tomó el balón luego de un cierre de Van der Vaart.
Luego de tanto sufrimiento, de tanta angustia, de tantos años de festejo postergado, se hacía justicia. Y no porque Holanda no mereciera salir campeón, sino porque España es el mejor equipo del mundo y lo ha demostrado en la cancha y en el resultado.
A partir de ahora, tendremos cuatro años de debates y de larga espera. Años en los que seguramente surgirán nuevas estrellas y se retirarán viejas. Afortunadamente, tendremos cuatro años del mejor fútbol coronado como campeón.

miércoles, 7 de julio de 2010

España joder!

En la previa y sí bien las casas de apuestas daban como favorita a España por una pequeña diferencia, Alemania llegaba con dos goleadas sobre Inglaterra y Argentina, en octavos y cuartos, respectivamente, a los que les había convertido cuatro goles a cada uno, mientras que España, el gran candidato a consagrarse, venía con un camino más frágil imponiéndose por la mínima frente a selecciones más débiles como Portugal y Paraguay.
Además, los teutones querían vengarse de la victoria española en la final de la Eurocopa 2008, primer título de la Furia jugando de esta forma. También era interesante saber que siete de los once de España los proveyó el Barcelona, y por eso la acentuación del tipo de juego que lleva adelante la selección de Vicente Del Bosque, mientras que el Bayern Munich aportó cinco alemanes a su equipo.
Al fin y al cabo, el partido se presentaría de esa forma: una España corte barcelonista, siendo el actor principal del encuentro, proponiendo y hegemonizando el control del balón. Del otro lado, una Alemania bayernmunichista, aguantando la presión y apostando al contraataque.
En la primera jugada importante, Pedro profundizó para David Villa, quien en el área se tiró para alcanzar a conectar, pero la salida del arquero Manuel Neuer fue más rápida. A los 13 minutos, Iniesta, de gran movilidad, apareció por derecha y metió un centro fuerte a media altura para que alguien la rozara, Carles Puyol se anticipó en el primer palo y la pelota se fue por arriba.
A los 21 y 22 minutos, Alemania mostraba sus cartas: apostaba a aprovechar las contras en base a los huecos que el avance español dejaría. Pero en aquellas situaciones los teutones no supieron encabezarlas y perdieron dos buenas oportunidades.
En la generalización del juego España seguía siendo más, tenía la pelota y merodeaba el área, pero no creaba situaciones claras, sino que recurría a los tiros desde lejos. En una contra, en el último minuto del primer tiempo, Miroslav Klose se fue por derecha y en el momento justo, cedió en profundidad para que Mesut Özil, quien entró solo por el medio del área, la pelota le quedó un poco atrás y Sergio Ramos lo alcanzó, pero también le tocó el tobillo izquierdo. Era penal para Alemania, pero el árbitro húngaro Viktor Kassai, que siguió de cerca la jugada, le erró en la decisión y dejó continuar. Se moría el primer tiempo con una polémica.
Los entrenadores eligieron seguir con sus estrategias y no realizaron variantes. Por eso, el comienzo del segundo tiempo sería la prolongación del primero –en el que España mantuvo el balón el 60 por ciento del tiempo-. Pero con un detalle: la Furia sería más profundo, luego de que la estructura teutones se resintiera, producto del cansancio.

Es así que a los delanteros y mediocampistas ofensivos se sumó Xabi Alonso, el volante más defensivo. A los 48 y 49 minutos, luego de jugarlas por derecha, ambas ocasiones terminaron con remates desde la medialuna del jugador merengue. El entrenador alemán, Joachim Löw, se dio cuenta de la debilidad del sector izquierdo de la retaguardia y cambio a Jerome Boateng por Marcell Jansen.

En el minuto 57 hubo tres tiros por un peso. Primero Joan Capdevilla fue hasta el fondo y metió un centro atrás para Xabi Alonso, quien remató fuerte a las manos de Neuer, quien dio rebote; Iniesta se hizo con la pelota y realizó un buscapié que cruzó toda el área, de izquierda a derecha; finalmente, luego de varios toques, la bocha le quedo al amuleto Pedro y éste remató desviado. La presión de la Furia ya era incontenible para los fatigados jugadores alemanes, que marcaban individualmente por reacción y no por acción en bloque, estando siempre un instante tarde.

Luego de esta jugada Alemania pareció entender que de esta forma no dudaría mucho más en carrera. Por eso salió un poco. A los 68 minutos, el ingresado Jansen profundizó por izquierda para Lukas Podolski para que éste fuera hasta el fondo y metiera un centro pasado para la llegada en solitario de Toni Kroos –quien había entrado hacía siete minutos-, quien definió con la parte interna del pie derecho, por lo que la pelota salió suave y le dio participación a Iker Casillas. Era la jugada teutona más clara del partido. Quizás si Thomas Muller no hubiera estado sancionado, esta situación la hubiera traducido en gol.

Sin embargo, España, menos cansado por hacer circular el balón, siguió proponiendo y encontró lo que buscó. Aunque no fue de la manera que el amante del buen fútbol quisiera, la Furia se puso arriba luego de un corner de Xavi que Puyol conectó de cabeza en el punto del penal a los 72 minutos.

Desde ese momento no le quedó otra que salir definitivamente a buscar el gol a Alemania. Salía tarde, con el marcador en contra y con más ganas que fútbol. Sacó a un volante central y metió a una torre, que se sumaba a los centrales ya jugados en ataque. España, entre enfriando el partido metiendo los cambios y jugando de contra, neutralizó la avanzada alemana, y no sufrió en defensa.

La última jugada importante fue un contragolpe de Pedro que, en ventaja de 2 a 1, fue egoísta y no se la cedió al Niño Torres, perdiendo la oportunidad de liquidarlo. Por eso, Del Bosque le dio una lección al pibe y lo sacó por David Silva.

De esta forma, jugando su mejor partido, España llega a la primera final de su historia. Del otro lado quedó un conjunto alemán que dejó descolocado al público, sin saber si la verdadera fue la de esta tarde o la que venció cómodamente en sus dos presentaciones anteriores.

La Furia se enfrentará el próximo domingo 11 de julio a las 15.30 en el Soccer City de Johannesburgo a Holanda, y así habrá una nueva selección que tallará su nombre en la lista de oro. ¿Será España con su nuevo estilo, o será Holanda, quien, justamente, dejó su atrás su fútbol total?

Destacados

Figura: Xabi Alonso: 8 (ocho). Siendo el mediocampista más defensivo, se sumó constantemente al ataque y tuvo varias chances con tiros lejanos. Además marcó y distribuyó, haciéndose dueño de la mitad de cancha, junto a Xavi e Iniesta.

Antifigura “no hoy viniste”: Mesut Özil: 4 (cuatro). El volante creativo alemán, en carpeta de varios grandes europeos, no se puso el equipo al hombro y, en consecuencia, Alemania perdió la mitad de cancha. Solo apareció en el minuto 45, cuando el árbitro no le cobró un penal.

Árbitro: Viktor Kassai (HUN): 4 (cuatro). En una instancia como ésta, el menor error se paga caro. Por eso, al no cobrar un claro penal para Alemania, lo demás es secundario.

Dato de color: en el comienzo de la segunda parte, un hincha entró a la cancha y la seguridad se lo llevó afuera, pero de mala forma. Una lástima por la organización.

El naranjú mecánico ya es finalista






El partido arrancó con buen ritmo –la jabulani viajaba rápido por el verde césped-  y la supremacía holandesa que a priori se esperaba,  no fue tan marcada en los primeros minutos, sí bien tenía mas tiempo el balón, no dañaba sustancialmente la guarida del golero uruguayo. Un Uruguay práctico y ordenado disputando el medio campo con inteligencia pero sin brillo  -fiel a su  estilo en este mundial-,   con dos delanteros de gran presente (Forlán y  Cavani) picando al vacío y exigiendo a la ultima línea holandesa a tirar el achique con mucha precaución.  Meritorio, no hay que hacerse el sota, como los charruas cortaban el fútbol naranjoso por las bandas,  evitando así lo que mejor sabe explotar el equipo de Bert Van Marjwik: los desbordes de Robben, Kuyt, o cualquiera que trepe contra la raya.  Palabras más palabras menos, el partido nos dió una grata sorpresa pasado el primer cuarto de hora,  cuando el veterano y capitán Van Bronckhorst -que piensa  retirarse al termino de este mundial-  pelo un zapatazo tremendo que se colgó del ángulo luego de pegar en el poste, ante el estéril vuelo de superhéroe que se mando Muslera. Imposible de agarrar. Golazo señores, el partido prometía abrirse.

Si suponíamos que el encuentro iba a cambiar rotundamente luego del 1 a 0, que Holanda iba a intentar capitalizar el golpe anímico y toquetearle el balón de banda a banda para lastimar a las espaldas de Cáceres y Pereyra; o que los charruas en el afán por lograr  la paridad se iban a mandar cagadones cuando tuvieran que retroceder a gran velocidad por las contra naranjas; bueno, no fue muy así, el partido entró en una meseta que salvo un remate débil del negro Pereyra no modificó lo que se venía dando hasta que, a los 40` -momento calve si los hay- del primer tiempo, el blondo goleador colchonero que sí entendió como pegarle a la jabulani,  luego de enganchar para su pierna menos hábil  saco un remate de afuera del área y la bola en el aire se encargo de hacer lo suyo: parecía que iba al medio del arco pero a metros de Stekelenburg  hizo una comba corta y venció los dedos enmantecados del buen arquero holandés. Así, con la satisfacción uruguaya por el empate, se fueron  a los vestuarios.

El complemento arrancó similar a los últimos minutos de la primera parte. La ciencia del partido pasaba por quien se adueñaba del medio, lo que me hizo pensar que ambos directores técnicos tenían bien presentes los partidos de las otras selecciones y aprendieron de los errores ajenos, sacando conclusiones nada novedosas aunque útiles como: “es imposible sacarle la pelota al rival,  en instancia de semis, si jugás con un solo cinco” El ingreso de Van der Vaart por De Zeeuw, que en el primer tiempo casi se queda sin el comedor completo por la chilena en la boca que le propinó Martín Cáceres (fue una de las repeticiones en cámara lenta más bellas del mundial) el ingreso de Van der Vaart, como decíamos, equilibró el nudo central de los naranjos. Este último y Van Bommel demostraron como se roba, distribuye, releva y como se ataca defendiendo, un concepto que los holandeses conocen por ósmosis. La celeste también jugaba su partido en el medio campo (D. Pérez, Gargano, Arévalo, A. Pereira)  pero evidenciaba las limitaciones técnicas a la hora de distribuir, por eso apostaba al juego de la cancha larga (los atacantes muy lejos de los mediocampista) o a salir rápido de contra. Holanda inclinaba la cancha de a poco, sin embargo una de Forlán de pelota parada inquieto a los europeos. Todo muy parejo hasta los 26`,  porque luego de unos toques aparentemente intrascendentes en el área celeste,  Sneijder sacó un tirito que rebotó en la pierna de un defensor uruguayo y se fue a dormir a la ratonera. 2 a 1 para el naranjú mecánico. En la repe se pudo apreciar el fino offside de Van Persie. Pero esto no es Rugby chicos, por más tecnología que haya los factores humanos siguen incidiendo en los resultados. (Debate aparte: ¿el referí debe hacer uso de la tecnología?)  

Con la sensación de injusticia entre los dientes, los dirigidos por Tabare -que venían  haciendo un buen partido hasta aquí- entraron en la nébula por la naturaleza misma del  equipo que pierde y se queda afuera, salir a empatar o morir.   En ese intento más sustentado por entrega que por ideas, los jugadores comenzaron a perder la referencia en la cancha porque volvían lento a sus puestos de marca, acaso por el cansancio de los 120` contra los ghaneses.  Holanda nos recordó a los minutos posteriores luego del 2 a 1 de Sneijder a Brasil. Velocidad, precisión y el peso de las individualidades. El 3-1 no tardó mucho en llegar: centro de Kuyt y  frentazo esquinado de Robeen. A guardar, otra inatajable para el golero oriental.

Sin bien el oportunismo holandés hacia mella en el esquema charrúa, el partido seguía siendo entretenido y disputado. Lo que vino después del 3 a 1 fue una prolongación de lo que se daba, el naranjú mecánico monopolizando el balón a lo ancho del campo para tentar a los de Tabare a salir a achicar espacios a la bartola y dejar huecos defensivos irreparables. Sin embargo, no era ni tan fuerte la hegemonía de los países bajos ni tan desorganizada la resistencia de la banda oriental; lo que si se podía afirmar hasta un botija de 5 años es que el partido estaba cerrado. Pasado el segundo cuarto de hora Holanda pudo extender la ventaja por medio de dos contragolpes comandados por Sneijer y el otro por el pelado Robeen.  Velocistas por excelencia, son hoy por hoy dos armas fundamentales de cara al match del 11 de julio.

En los últimos minutos Uruguay se lanzo al ataque compulsivamente y demostró de que material están hechos los corazones orientales. Ya en el descuento, cuando el partido era irremontable, una buena jugada preparada permitió que Maximiliano Pereira marcara el 2-3 con un lindo tiro combado que se metió en el ángulo inferior del arco. A buscar la pelota a la red,  llevarla al medio y esperar el milagro. Los últimos 4 minutos fueron arremetidas de la celeste que en base de centros con la mano y con lo pies, le cascotiaron el rancho a todo el naranjú mecánico que se metió en su propia área, y nos hizo revisionar fugazmente el acervo heroico de los charruas y la cagadera histórica que tienen los naranjas en este tipo de instancias. Pero no alcanzó, el pitido final dió cierre a uno de lo partido más electrizantes de esta edición copera.

Holanda –que lleva 25 partidos sin perder y 14 ganados en forma consecutiva- es el primer finalista del Sudáfrica 2010  por tercera vez en su historia. Se enfrentará con el vencedor de España – Alemania este domingo en Johannesburgo. Se repite una final europea como en Alemania 06. 

Uruguay puede dormir sin frazada por que hizo un mundial impensado. Sorprendió a propios y a ajenos por su desempeño dentro del campo y por su grandeza en los momentos claves. Se puede decir que disputará los 7 partidos del mundial y eso es un logro reservado solo para la elite futbolera. Mis felicitaciones al pueblo charrúa.   


domingo, 4 de julio de 2010

¡Primer encuentro de la comunidad M2O1O!


Como dice un proverbio chino, "en toda crisis hay oportunidades" y ésta no es la excepción. Estamos hablando de la crisis pos Mundial -que todavía no acaba y que, por ende, el Blog seguirá claro está, la otra que lo paguen los capitalistas, dirían algunos utópicos.
Lo cierto es que los organizadores de este Blog invitan este lunes -mañana- a toda la comunidad veintediezera a profundizar el debate en Corrientes 5436 -mano derecha en sentido de los autos- a partir de las 21.30 hs. Están todos más que invitados -queremos que la relación via blog se materialize mañana- y por eso los esperamos allí para realizar torneos de ping-pong, charlas de café -cual Coco Basile con los de su generación- y algunas copas que no vienen mal.

En fin, la propuesta está hecha:
Lunes 5 de julio de 2010,
Av. Corrientes 5436,
21.30 hs y hasta el amanecer.

Organizadores de M2010


Dejen sus comentarios confirmando asistencia!

Las paradojas de un candidato

Desolado por la humillante caída albiceleste unas horas antes, me dispuse a ver el duelo entre La Furia española y el equipo dirigido por el Tata Martino, Paraguay. El primero de ellos, grandísimo candidato al título por antecedentes previos, mientras que los sudamericanos ya habían entrado en la historia al estar por primera vez entre los 8 mejores.


El PT mostraría algunas sorpresas, por lo menos para un cronista que esperaba otra cosa. Los guaraníes no pusieron un micro delante del arco protegiendo a Villar, sino que se pararon más adelante, con un esquema de muchísima presión sobre el conjunto español y logrando incluso ser más incisivos, teniendo algunas situaciones de gol claras. Los gallegos estaban maniatados, como sucedió en ratos frente a Chile antes de la apertura del marcador, y no le podían encontrar la vuelta al partido. Xavi e Iniesta se hallaban intermitentes, Villa casi no la tocaba y Martino respiraba tranquilo. Las cosas salían como lo esperaba. La más grosa la tuvo Alcaraz que no llegó a conectar un buen centro de Morel Rodríguez. A partir de la media hora, España despertó y tendría dos situaciones rescatables: una volea de Xavi y un remate de Villa que se fue desviado. A los 40 minutos sucedería el primero de los errores graves del guatemalteco Batres. Pelotazo que llega al área española, Haedo Valdez que define ante Casillas y vemos la banderita arriba anulando el gol. Nos faltaría la fotito de Hacker, pero el delantero del Borussia Dortmund estaba habilitado, aunque Cardozo sí estaba unos pasos en off-side aunque en la opinión del cronista no tuvo intervención en la jugada. Poco grado de protesta pese al yerro y los primeros 45 se cerraron con un nuevo remate de Haedo, desde fuera del área, que se fue muy lejos.

La segunda mitad también arrancó con Haedo de protagonista en un casi mano a mano, evitado dada la rápida salida de Iker. Entre los 10 y los 15 el partido se vio sacudido de manera notable. A los 10 Del Bosque decidió mandar a la cancha a Fabregas en lugar de Torres, quien realmente no ha venido a Sudáfrica hasta el momento. Muy caliente se fue el falso Niño. Un minuto después tras un tiro de esquina Piqué lo agarró a Tacuara Cardozo dentro del área, provocando un penal más grande que una casa, que Batres acertó en cobrar. Una buena para el centroamericano. Amarilla para el zaguero del Barsa y el delantero del Benfica se paró con la misma frialdad que en la definición frente a Japón de octavos. Sin embargo, lo pateó bastante mal, a la centro-izquierda de Casillas quien lo atajó fenomenalmente. En la contra Villa se lo llevó a la rastra a Alcaraz y se dejó caer. Pese a una observación tan obvia, el amigo Batres compensó a los españoles regalándoles un penal que claramente no fue. Ahí si los paraguayos protestaron con intensidad, al tiempo que se querían matar por el yerro de Tacuara. En un minuto, se podía pasar de la gloria a la desilusión. Xabi Alonso agarró la bocha (Villa había ejecutado y fallado contra Honduras), lo cruzó a la derecha de Villar y España se ponía en ventaja. Pero Batres estaba decidido a ponerle pimienta al match y lo hizo patear de nuevo por una invasión al área. Esta vez, el hombre del Real cambió de palo pero Villar no y se hizo justicia. En el rebote, Justo le cometió penal a Cesc y Batres se lo deglutió, aunque ya era demasiado para tan poco tiempo. Las cosas seguían en cero para ambos.

De todas maneras, algunas cosas habían cambiado. Iniesta comenzó a agarrar la bocha y España a dominar un partido que tenía sus complicaciones. El cerebro le pegó combado desde la izquierda y Justo la sacó al córner volando espectacularmente. Vera entró por Barreto con el objetivo de solidificar un medio campo que empezaba a verse desbordado, más allá de una solvencia defensiva extraordinaria. Otra vez le pegó Iniesta cuando ya iban 24 minutos y se fue por arriba del traversa. Había un aroma a suplementario, que le apetecía a Paraguay (pese al cansancio) y le disgustaba a España. Más movimiento desde los bancos: Santa Cruz x Haedo en la Albirroja y Pedrito x Xabi Alonso en La Roja. Los ibéricos se aproximaban cada vez más al arco defendido por Villar y a falta de 8 minutos luego de una enorme jugada de Andrés, Pedro se anotaba un poroto en su historia de goles importantes pero la bocha pegó en el palo con tan mala suerte que el rebote le quedó al Guaje quien remató impactando la pelota otra vez en el palo, aunque aquí el esférico luego de recorrer la línea… pegó en el otro palo y… finalmente entró. Con ese suspenso, España acariciaba las semifinales y Villa seguía impactando con sus goles para soñar con el Botín de Oro.

Quedaba aún un ratito. Con lo que le quedaba y el ingreso de Barrios por Víctor Cáceres, el equipo del Tata fue a buscarlo con más ganas y alma que fútbol. Entre dos nuevos remates de Villa, los guaraníes tendrían una clarísima que podría haber empardado la historia. Un derechazo de Lucas que Casillas ataja dando rebote y revolcándose una vez más ante Santa Cruz que no pudo meterla. Para el final, sólo quedó el protagonismo de Santana con un codazo intencional y una patada sin querer a la jeta de Sergio Ramos. El tercer duelo europeo-sudamericano repetía lo sucedido en los dos anteriores: el predominio del Viejo Continente. Una pena.

¿Cuál es la paradoja del candidato? Que de alguna manera España nunca tuvo una gran tradición en los Mundiales y sin embargo, por el fútbol mostrado en los años anteriores, llegó con chapa a Sudáfrica. El asunto es que esa chapa no la ratificó, pero sí. ¿Cómo? Sí, así es. España no está jugando como nos acostumbró. Pero de todas formas alcanza un lugar inédito en su historia: las semifinales (en 1950 termina 4to pero por el sistema organizativo, no tuvo que superar un duelo directo en cuartos de final). Ahora no es favorito frente a Alemania, pero está cada vez más cerca de un gran sueño. Las preguntas son: si la magia no apareció y está entre los cuatro, ¿aparecerá el tiki tiki y habrá primer título gallego? ¿Alcanzará así? ¿O el poderío germano enarbolará su tercera goleada al hilo?

Premio “De qué planeta viniste”: Iker Casillas (10). Un penal atajado y dos intervenciones salvadoras al final. Le gana la pulseada a Iniesta y a la MaraVILLA.

Premio “Menos diez”: Tacuara Cardozo (3). Le posibilitó la clasificación a cuartos a la albirroja con su penal en la definición contra los ponjas. Aunque hoy prácticamente no la tocó y cuando lo hizo, fue flojo en el remate que Casillas le contuvo. Una lástima para este potente delantero, el Milito paraguayo (crack en los clubes, pauperismo en la Selección).

Árbitro: Carlos Batres (1). Sin palabras. La crónica es bastante ejemplificadora.

Nota de color: Paraguay pasó los últimos 304 minutos sin meter un gol antes de despedirse del Mundial. Un gran déficit del conjunto del querido Tata.

sábado, 3 de julio de 2010

Sur, paredón y después, ya nunca me verás como me vieras, ya nunca alumbraré con las estrellas, todo a muerto ya lo sé y amargura del sueño que murió



Cuando el 3 de marzo pasado, y luego del 1 a 0 entre Argentina y Alemania, Maradona se disponía a dar la conferencia de prensa pos partido, el entrenador se enojó por la presencia allí del jugador teutón Thomas Müller. Lo que no imaginaba es que justo cuatro meses después ese futbolista le empezaría a dar el saludo de despedida de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.


Es que luego de una falta de Otamendi en ¾, Schweinsteiger se hizo cargo del tiro libre, la metió con rosca al primer palo y, justamente, Müller abrió de cabeza el marcador. El partido recién comenzaba y ya se presentaba una situación nueva: había que dar vuelta por primera vez un resultado.


Argentina, que había entrado nerviosa, siguió ese camino. El lateral derecho, Nicolás Otamendi, uno de los más inestables, cometió tres faltas seguidas y a los 10 minutos recibió la amarilla. Alemania, por su parte, manejaba la pelota y acentuaba el nerviosismo de los jugadores argentinos, que por vez primera en el certamen se encontraban sin el dominio de la situación.


A los 23 minutos, Müller cogió la pelota en ¾ por derecha y entró al área, tocó en paralelo a Klose y éste la mandó por arriba del travesaño. Los teutones volvían a poner en aprietos a la frágil y desestructurada defensa argentina.


En las dos jugadas siguientes, se demostró el desconcierto albiceleste. Primero Heinze, llegando a ¾, prefirió el remate en vez de seguir profundizando o buscando alguna cabeza. Luego Messi, en un tiro libre desde la derecha, buscó el arco y encontró el cielo. Todo impotencia.


A continuación, dos jugadas individuales. Di María, ya cambiado de banda, encaró por derecha hacia el centro y remató por bajo suave a la manos de Manuel Neuer, quien recién era convocado en el partido. En tanto, Higuaín, en otra ocasión, recibió en el área, giró para la zurda y también disparó suave. Argentina llegaba a los empujones, pero demostraba que quería progresar.


Alemania no quería quedarse atrás y Podolski, de frente en ¾ se acomodó y fusiló de zurda por bajo y la pelota se fue cerca del poste más lejano. Pero esta jugada, a esta altura ya era aislada, la Selección ya era más y con un poco más de fútbol que de ganas podría empatar. Pero en la última acción del primer tiempo, Messi prefirió la individual y por eso otra pelota algún hincha argentino traerá al país. Se moría la primera parte; el entretiempo serviría para refrescar las ideas y retocar el equipo, en particular en el medio.


Sin embargo, al segundo tiempo salieron los mismos once. De entrada, Argentina salió a apostar al todo o nada, cual jugador de ruleta que juega todas las fichas a un número, en vez de repartir las chances. Di María creció en base a su individualismo, Maxi siguió desconectado y Messi se desdobló en dos funciones incompatibles: armar desde el círculo central y definir las jugadas.


Pero el juego colectivo y la eficacia alemana se impusieron de nuevo. Luego de varios toques en pocos metros, Podolski fue hasta el fondo por izquierda, vio solo a Klose y éste pasó a Pelé en cuanto a goles en Mundiales. Un baldazo de agua fría.


Por eso, Maradona –un poco tarde- mandó a Javier Pastore a la cancha y sacó a un Otamendi que, a esta altura jugaba más gratis que Garce entre los 23. Al tikitikero le dieron veinte minutos para generar fútbol y dar vuelta un resultado duro y en la primera que tuvo, por izquierda, metió un centro por bajo con rosca cerrada, la pelota cruzó todo el área y nadie la tocó. La Selección estaba desconectada.


En la jugada siguiente, un avión pareció aterrizar en plena cancha, Schweinsteiger penetró por izquierda, quien luego de amargar en el área a ¡Pastore e Higuaín!, cedió la pelota atrás y el ¡central! Arne Friedrich marcó el definitivo 3 a 0… o eso parecía. Lo que sí estaba claro es que quince minutos era muy poco tiempo para dar vuelta el marcador cuando la generación de fútbol estaba en el banco y nunca entraría.


A los 30 minutos, entró el Kun Agüero por el intermitente Di María –de flojo Mundial pero con futuro- pero solo para contar en las estadísticas. En cambio, el cuarto gol alemán y segundo de Klose, le sirve al goleador para estar a uno solo de igualar a Ronaldo como máximo artillero del campeonato más importante.


El final del partido serviría para redondear conceptualmente lo que fue el encuentro. Un conjunto individualista con un Messi que, literalmente, hasta en la última jugada buscó hacer el gol de la historia de los Mundiales y nunca se dio cuenta que la cosa pasaba por otro lado. En cambio, un equipo de juego colectivo que marcó bien atrás, abrió rápido el marcador y volvió a marcar cuatro goles, primero a Australia, luego a Inglaterra y ahora a los once dirigidos hasta ahora por el señor Diego Armando Maradona, quien antes del certamen no se cansaba de afirmar: “Yo sé como ganar el Mundial”. Ahora repite: "No sé si sigo".



Puntajes:



Sergio Romero: 4 (cuatro). En los cuatro goles dio la sensación que pudo hacer algo más. Sobre todo en el primero, donde salió mal a cortar.


Nicolás Otamendi: 3 (tres). Se mostró muy nervioso, perdió la marca en el primer gol y estuvo al borde de la roja.


Martín Demichelis: 5 (cinco). De lo mejorcito de la defensa junto a Burdisso, no por mérito propio sino por la flojedad de sus compañeros.


Nicolás Burdisso: 5 (cinco). Al igual que Demichelis, se destacó por comparación.


Gabriel Heinze: 4 (cuatro). No supo marcar nunca a Müller y desparramó energías negativas en sus compañeros. Fin de ciclo para uno.


Maxi Rodríguez: 4 (cuatro). Primero por derecha, luego por izquierda, mal en ambos lados y en todo el partido. No ayudó ni en defensa ni en ataque. Otro que se debe despedir.


Javier Mascherano: 5 (cinco). Muy solo en mitad de cancha, demostró que lo suyo es la marca pero que necesita un organizador al lado.


Ángel Di María: 5 (cinco). Entró muy mal, no marcó. En el segundo tiempo levantó a fuerza de individualidad. Jugó mejor por derecha que por izquierda.


Lionel Messi: 4 (cuatro). Se fue del Mundial sin un gol y esto le jugó en contra porque pareció que pensaba en marcar en vez de ayudar al equipo. Tardó siempre para rematar.


Carlos Tevez: 5 (cinco). Mostró las ganas de siempre, pero esta vez le faltó fútbol.


Gonzalo Higuaín: 5 (cinco). Nunca tuvo una clara. Es difícil para un delantero jugar así cuando la generación de fútbol es en base al empuje.


Javier Pastore: 6 (seis). Entró faltando 20’ y demostró un aire fresco. Pero se vio muy solo en la generación. Hay que armar un equipo en torno a él y a Messi.


Kun Agüero: - (sin puntaje). Jugó solo 15’ cuando el partido ya estaba acabado.


Maradona: 4 (cuatro). Puso de entrada un equipo que ya había dado muestras de puntos débiles por las posiciones medias exteriores. Tardó en hacer los cambios, se reservó el tercero para hacerlo en la Copa América 2011. Dejó sin compinche a Messi en la generación de fútbol.



Destacados:



Figura “te muestro la realidad”: Miroslav Klose: 8 (ocho). La tocó poco pero fue contundente. Fue la referencia de un ataque alemán que supo a qué jugaba.


Antifigura “no te lo puedo creer”: Nicolás Otamendi: 3 (tres). Venía de ser uno de los mejores jugadores argentinos en defensa, pero hoy se mostró nervioso, tuvo doble responsabilidad en el primer gol, por la falta y por perder la marca, y debió ser expulsado.


Árbitro: Ravshan Irmatov: 5 (cinco). No tuvo influencia en el resultado, pero estuvo tarde con varias amarillas. Bien en cobrar offside en la jugada de gol argentino.


Nota de color: Al finalizar el partido, hinchas argentinos empezaron a agredir a alemanes. Como siempre, una vergüenza.

¡A LA HISTORIA LA CONVOCAN LOS VALIENTES!


Uruguay 1 (5) – Ghana 1 (3)

En la ciudad del oro de Johannesburgo (1753 msnm), se encuentra el estadio Soccer City. Su diseño esta inspirado en el instrumento nacional sudafricano con forma de calabaza que se obtiene de la rama Calabash, y albergó grandes acontecimientos de la historia sudafricana. Por ejemplo allí emitió su primer discurso Nelson Mandela. La cuestión es que aquí se iban a ver las caras en Cuartos de Final de la Copa del Mundo, Uruguay y Ghana. Las tribunas estaban al 95% de su capacidad. Cuatro mil fanáticos uruguayos, y todo el resto del estadio –más de setenta mil personas- alentaban por Ghana. A los sudafricanos parece que les pegó el tema de la señora de Antonito, y se dieron cuenta que ‘esto es África’, y había que apoyar.
En la previa al desarrollo de la disputa hay varias cosas por comentar. Nunca se habían enfrentado entre sí. En la tabla histórica de los mundiales Uruguay se encontraba noveno atrás de Holanda, con 65 puntos en 44 partidos jugados. Ghana por su parte, de obtener un triunfo saltaría al puesto 32º con solo dos participaciones mundialistas. Uruguay buscaba llegar a una semifinal después de cuarenta años en donde finalizó cuarto. Ghana ser el primer africano en llegar a semifinal. Recordemos aquella selección camerunesa del ’90 de Roger Milla –máximo anotador africano en mundiales con cinco, y que Gyan con marcar hoy igualaría- que perdió injustamente con Inglaterra por culpa de un lateral mal hecho, a partir del cual el futbol africano quedo con el tonto sello de inocente. O a la sorprendente Senegal que perdió en cuartos con gol de oro frente a la Turquía tercera del 2002.

Luis Suarez era el jugador a seguir, por ser el que considero el mejor jugador hasta antes del inicio del partido en lo que va del mundial. Sin duda. Tan es así que fue elegido figura por los comentaristas Martín, Sebastian y Agustín en tres partidos de los cuatro que les toco analizar. También debía seguir a Annan que el periodista Martín R. destacó como la figura del PT frente a EE.UU. No coincidía en la apreciación del joven cronista japonés Agustín de lo que fue el desempeño de Ghana frente a Alemania, al que considero de muy malo. De hecho a raíz de eso opine que me parecía que Ghana a mi entender, era favorito para este partido.

En relación al planteamiento táctico una vez que los equipos salieron a la cancha se clarificaron varios interrogantes. Desde las formaciones, el experimentado capitán John Mensah por el pibe Jonathan Mensah, y Muntari –que estuvo al borde de ser echado del plantel por no bancarse ser suplente- por la suspendida figura del equipo africano, Andre Ayew. Además de la continuidad de Inkoom de buen partido frente a USA. Por el lado yorugua cambio táctico de Álvaro (Fernández) por Álvaro (Pereyra) para tener mas la pelota en el medio, y obligado de Victorino por Diego Godin con una molestia en el cuádriceps de la pierna izquierda. En cuanto al la ubicación de los jugadores en el campo, el ‘maestro’ optó por el 4-3-3 que venía mostrando pero con la salvedad de un Cavani por derecha casi en posición de un volante mas. Milovan Rajevac –serbio de perfil bajo aunque luciendo una corbata con los colores de Ghana, muy cuestionado cuando fue designado como técnico de las estrellas rojas por no haber conseguido nunca un titulo como entrenador- prefirió la táctica moderna de 4-4-2 en línea, sin enganche.

Comenzó arrinconando Uruguay a Ghana contra su propio arco. Y en general, los primeros treinta minutos, además de ser bastante aburridos, fueron todos de los charrúas. Detallamos.
La primera estuvo de piernas del jabalí Suarez quien aprovecha un error de Annan, la pasa de túnel entre las piernas del defensor ghanés y patea con derecha a colocar pero Kingson tapa. La siguiente, esquina para los yoruguas le rebota la bocha a Mensah que se metía en su propia meta si no fuera por su portero. Error de Inkoom que regala un pase al medio que deriva en un remate Forlanesco por arriba del horizontal. Ultima para la celeste. Saque de banda, Suarez pone su regordete cuerpo, deja correr la pelota y sacude pero nuevamente la figura de Kingson. Cuatro para la selección latina, ninguna para la africana. Ah una mala para Uruguay, amarilla para Fucile por foul contra Asamoah, que llegaba a las dos amarillas.
Sin embargo algo parece cambiar cuando llegan las estrellas negras por vez primera al arco que defendía Muslera. Esta seria a través de pelota parada. Cocazo de Vorsah que le gana la posición a Cavani, y la redonda pasa al lado del vértice. Comienza el conjunto vestido de bordo a tener la pelota. Contragolpe manejado muy bien por Boateng Prince, que le cede a Gyan y este como venia dispara por bajo, al lado del palo. Ahora bien si avizorábamos un cambio desde los dos tercios del PT, con la lesión de su caudillo ‘José Gervasio de’ Lugano a los treinta y siete –ingresó Scotti en su lugar-, solo diez minutos les bastarían al equipo del serbio, para emparejar lo hecho por el del maestro en gran parte del primero, desde el merecimiento (Muntari y Prince se lo perdieron a los 38 y a los 45, respectivamente). Y desequilibrar desde el marcador, con el zurdazo a cuarenta metros del arco que desempolvo Muntari -complicidad de Fernandito Muslera- y se metió en la valla. GOL a los 46’40’’, y el arbitró que manda a los jugadores al vestuario sin permitir el saque desde el medio. Ghana uno, Uruguay nada.

Si los últimos minutos del PT, los africanos fueron incisivos, con el despertar del ST estaban decididos a llegar pacientemente al gol a través de la tenencia y el buen manejo del esférico, cosa que ya habíamos notado en sus anteriores presentaciones, aprovechando a sus jugadores de buen pie. Cavani a la derecha y Lodeiro por A. Fernández, en un Uruguay que necesito de cinco minutos para empezar a plantear el partido en campo rival. Y es así que a los 54’ Forlan monopoliza un tiro libre y pegándole como dicen que le pega Cristiano, convierte. GOL… 1 a 1. Efectivamente vemos en la repetición como la toma de lleno y seco, y tras una comba extraña baja de golpe a la red. Kingson deja de ser figura.
A partir de allí las llegadas comenzaron a ser golpe por golpe sin que signifique un partido de ida y vuelta. Gyan-Muslera para Ghana. Suarez de bolea-costado externo de la red para Uruguay. Nuevamente el jabalí con puntazo fortísimo, Kingson extraordinario. A los 72’ error del relojito suizo de la defensa Victorinox, que para colmo le queda a Gyan que patea sin demora y ataja Muslera. Era el turno de la celeste. Forlan cobra una falta desde cuarenta metros que casi transforma en gol. Primeramente había ingresado el loco Abreu. Oscar Washington se decidió por Sebastian Washington, y sacó a un Cavani de floja actuación. Y a los 81’ Lodeiro podría haber hecho algo mejor con una peligrosa contra que estaba bajo su comando. Con esta se terminaría las opciones de gol por un tiempo largo.
Se notaba un Uruguay sin tanto resto, y Milovan Rajevac, pícaro, manda a la cancha a Dominic Adiyiah, un delantero joven y rapidito, figura y goleador del último mundial sub-20 –Milan compro su pase luego de aquella actuación-, en lugar del volante Muntari. El técnico serbio fue valiente para hacer historia. Los últimos cinco de los reglamentarios, fueron de claro predominio ghanés en base a buen futbol. Predominio que resultaría prolongado en tiempo suplementario, y con el que cerraría el ST.
Recién luego del cambio de lado a los 105’, se sacude el partido en general y la celeste en particular, con un tiro de Diego Forlan con zurda. Lo que claramente no merma la imagen de un Ghana mejor, con posibilidades concretas, como la arremetida de Gyan en plena área uruguaya que termina despejando Scotti con susto de auto-gol, o el marotazo del mitad alemán Prince sobre el final. Pero claro había tiempo para una más.
Minuto ciento veinte de juego. Centro desde la esquina que le queda a Gyan para festejar. Cuatro millones de corazones celestes cesan de latir. La arrogancia de la historia se quebraba para darle espacio a nuevas páginas de ellas. África semifinalista. Pero aparecía un hombre que demoraba lo que ya era un hecho. Suarez, con sus rodillas como pidiéndole al cielo clemencia, saca en la línea. Adiyiah, no se la da, y gana en lo alto a dos metros de la línea y con el arquero vencido. Se hacía historia… y se hizo presente la historia... Roque Maspoli, le dio desde algún otro lugar, los guantes que uso en el ‘maracanazo’ al terrenal Luis Suarez para que la pelota no ingrese en el arco de su querida celeste. Y el delantero no era él, en ese momento era el eterno Roque. Inconscientemente la ataja, y roja para el jugador charrúa. El juez no entendía.
Penal para Ghana. Gyan se coronaba como el máximo goleador africano en mundiales, junto a Roger Milla. El horizontal se lo negó. En vez de irse a las duchas, este mitad hombre-mitad jabalí, festejó de forma alocada y absolutamente altruista –se pherdía las semis-, el yerro de la estrella goleadora negra. El final del partido detendría por un momento esta catarata de emociones. A penales.
Y en los penales aparece otro hombre. El ídolo total de los bolsos, definió la serie como su forma de ser y su integridad, se lo pedían. No podía hacer otra cosa que picarla, y con la valentía tomada del ‘negro jefe’ Obdulio Varela, así lo hizo.
Uruguay no podía menos que pasar por su historia. Suarez y Abreu fueron sus personificaciones… ¡con sangre celeste y garra charrúa, bo!

Posesión de la jabu: Ghana 52%.

Tenis de mesa: Ghana 13, Uruguay 11.

Conceptualización encuentro: Apasionante, memorable… (8).

Aclaración definición por penales: erraron Mensah y Adiyiah, y Maxi Pereyra.

Consideraciones acerca del árbitro, y calificación: Olegario Benquerança (Portugal) fue el finalmente designado para el presente partido. Lo fue gracias a la intervención de AUF con el apoyo de Grondona, que pidió un reemplazo para el árbitro sorteado Howard Webb, ingles, por temor a alguna represalia en base a lo sucedido con Jorge Larrionda. Su actuación merece un… (4), porque si bien no se mando macanas por la positiva si lo hizo por omisión al no sancionar un claro penal contra Abreu a los 103’. Además de muchos errores pequeños y no tan pequeños en el desarrollo del juego. En este sentido empeora su desempeño en Japón-Camerún donde Martín Hacker le había otorgado un… (6), señalando que fue un arbitraje correcto sin grandes polémicas. Un dato extra, mantiene una relación de amistad con Mourinho y fue muy cuestionado cuando dirigió el partido Barcelona-Inter por el gol de Milito en fuera de lugar.

Destacado en el ‘juego individual al servicio del equipo’: Asamoah… (7). Con casaca Nº 21, fue el mejor dentro de un gran mediocampo como tiene Ghana que incluso puede darse el lujo de no contar con Essien o Muntari. Otros que se destacaron, en menor medida, fueron Kingson (6), Suarez (7), Abreu (7) y Muslera (6).

Villano: Álvaro Fernández… (4). Este mediocampista con pinta de desabrido, alto (1,85) y flaco, que se desempeña en la U de Chile, tuvo una actuación muy mala. Se fue reemplazado en el entretiempo por Nico Lodeiro.

Momento ‘tiki-tiki’: El reloj marcaba la media hora, y llegó la belleza del partido. Contragolpe a pura velocidad de Prince, que tira la pelota por un lado y va por el otro ante la salida del defensor al que deja en ridículo… (6).

Nota de color: El jugador uruguayo con nombre de fideos cae muy mal luego de un salto a los 43’ del PT. Las imágenes realmente hicieron asustar mucho a todos los espectadores porque se veia un Fucile como desmayado. Pero quien más se asusto y le agarro un lapsus paranoico fue al árbitro del partido. ¿Por que? Corría el año 2004 y el empleado de financiera y árbitro Benquerança –entonces con 34 años- era el juez de un encuentro de la liga portuguesa de futbol. Sucede que inmediatamente luego de sacarle en ocasión del partido una amarilla a Miklos Feher –húngaro- del Benfica, éste cae derrumbado y tras unas horas de incertidumbre se confirma que murió súbitamente por tromboembolia pulmonar. De haber muerto Fucile, el árbitro hubiera necesitado seguramente de atención psiquiatrica por varios años.

Brasil y Holanda escribieron otro capítulo de fútbol en Sudáfrica.


Querido lector, estimado blogger, mundialófilos de toda calaña: escribo hoy, emocionado, completo de fútbol, éstas, las que seguramente sean mis últimas líneas en este blog.
Aquellos que vienen siguiendo los comentarios no se sorprenderán de lo que leerán aquí, ya que presagiábamos un gran partido para estas históricas selecciones.
Holanda presentaba mismo equipo, exceptuando una repentina lesión del central Mathijsen en el precalentamiento (por él entró Oojier), adjudicada al pésimo estado del campo de juego, que rompía la numeración corrida del 1 al 11 de los titulares holandeses, quienes presentaban el ya clásico 4-2-3-1. Brasil ponía los mismos once que golearon al Chile de Bielsa conformando su 4-3-1-2.
El comienzo del juego mostró a ambos seleccionados esperando en campo propio, en donde ejercían presión y trataban de salir rápido de contra.
A los 7 minutos se empezó a ver quién tendría el control de la presión, del balón y del partido. Van Bommel perdió una pelota en la salida y Brasil armó una contra letal que terminó en gol de Robinho, bien anulado por off side. Tan sólo dos minutos después Brasil demostró que el Jogo Bonito también es un ejercicio táctico, con un GOLAZO de Robinho. La jugada se construyó gracias a que Luis Fabiano salió de su posición de 9 hacia la mitad, llevándose la marca del central Heitinga, dejando un gran hueco en la puerta del área que vieron muy bien Robinho, al picar hacia allí, y Felipe Melo autor de la asistencia. El fútbol es un deporte en el que gana el que mejor ocupa los espacios, repite Macaya Márquez, y cuánta razón tiene. En su afán por asfixiar al rival, los centrales holandeses abandonaron su posición, otorgándole espacios justamente a Brasil.
Con el gol, la verdeamarelha vestida de azul se relajó y comenzó a jugar. Holanda continuaba con su consigna de ahogar al equipo rival marcando sobre la pelota, pero se encontró con un Brasil que destrozó la presión holandesa con una receta de papi-fútbol: el toque de primera. Así, pues, se vio llegar siempre tarde a los volantes naranjas, quienes simplemente asistían al toqueteo de Brasil, que comenzó a florearse: a los 24 se perdió una chance a la salida de un córner y a los 30, Stekelenburg le sacó el gol del mundial a Kaká.
A todo esto, Holanda estaba desconcertada. Su sistema de marcaje no funcionaba y cuando tenía la pelota era previsible y poco agresivo, aunque intentaba atacar. La única la había tenido Kuyt a los 10, con un remate. Tan mal estaban los paisbajistas que a los 34 Robben quiso hacer una jugada preparada de corner y terminó concretando uno de los bloopers más burlescos del mundial.
En el final se lo perdió Maicon en una jugada que comenzó Bastos por izquierda y terminó precisamente el otro lateral por derecha. Brasil le estaba pegando un lindo peludo a Holanda pero no concretaba las situaciones que creaba. Holanda demostraba que cuando desmantelaban su presión, era un equipo sin ideas.
Sin embargo, en el segundo tiempo las cosas cambiarían repentinamente. Los análisis, las críticas, las polémicas, al fuego. Cuando todo hacía pensar que veríamos el segundo capítulo del baile brasilero, Sneijder tiró un centro a la salida de un tiro libre, Julio Cesar cometió el único error del Mundial y salió a cazar mariposas y Felipe Melo la peinó a su propio arco. A los 7 minutos del ST Holanda empataba sin patear al arco cambiándole el rumbo a un partido que a esa altura era imprevisible.
Tras el gol, y de manera inexplicable, los naranjas recuperaron la pelota y la confianza y empezaron a empujar en forma desordenada y con poco fútbol. El tándem Robben-Van Der Wiel hacía estragos por derecha, ante la impotencia de los marcadores izquierdos de de Brasil, Gilberto Silva y Bastos. A tal punto, que Dunga debió cambiar a Bastos, al borde de la expulsión, por Gilberto. Brasil había sentido el golpe y se dejó dominar; pero el partido, por momentos, era de ida y vuelta. A los 20, Kaká le dio “con ternura” -palabras de nuestro prócer Gambetita- tras un mal rechazo de Oojier y la pelota salió al ladito del palo izquierdo de Stekelenburg.
Brasil parecía recuperar el nivel del primer tiempo; pero, en esta dinámica de lo impensado que se llama fútbol, llegaría lo inesperado. Corner holándes, peinada de Kuyt y gol de cabeza de Sneijder. Delirio para Máxima, llanto para Xuxa y desconcierto para todos nosotros.
A Brasil le quedaban 23 minutos de partido para revertir esta nueva historia nefasta y gélida de abandonos en cuartos de final. Lejos de sacar a relucir todo su favoritismo, el equipo de Dunga se contagió del nerviosismo de su técnico, quien estuvo protestando y llorando todo el partido por decisiones arbitrales supuestamente injustas, y no supo como dar vuelta la cosa: Felipe Melo le metió un pisotón mala leche y traicionero a Robben. A las duchas.
Con Brasil con uno menos, Holanda sacó a relucir el “Fútbol Total”, que le viéramos contra Eslovaquia, metiendo presión en toda la cancha y no dejando jugar al rival. Con un gran segundo tiempo de su figura Robben, Holanda tendría varias contras para liquidarlo en lo que ya era un verdadero partidazo. En el final, Brasil fue con amor propio y pudo empatarlo en dos córners consecutivos que tuvo a los 36. A los 38, Sneijder se perdió un gol increíble tras un movimiento ultra espástico del limitadísimo Van Persie y Kaká se perdería su negado gol en la contra de esa jugada.
Brasil seguía yendo y Holanda seguía perdiéndose goles. En la última del partido, se perdieron un gol insólito entre Huntelaar (entró por Van Persie y todavía no sé cuál es más malo) y Sneijder.
El partido terminaba y aún no caíamos de lo que estábamos viendo: Brasil afuera del mundial, y después de haber jugado 45 minutos de antología. Latorre comentaba lo “sinuoso” que podían ser los partidos y yo recordaba, salvando las enormes distancias, lo acontecido entre Brasil y Argentina en el Mundial 90.
Brasil regresa, creo yo, no sólo porque el fútbol a veces es injusto (Brasil claramente no mereció perder y se va mordiendo el polvo de la injusticia, ese que tanto mordieron otros, con Brasil como victimario) sino porque sobró el partido al principio y al final no entendió que ir perdiendo puede ser una circunstancia del partido. .

Menciones:


Premio Negro Olmedo: Robben. No jugó un gran partido y creo que en los 90 hubo un par de brasileros que tuvieron mejor rendimiento pero me pareció medio cualquira darle el premio a un jugador que mañana estará en alguna playa de Bahía.

Premio Chenemigo: Felipe Melo. Gol en contra, expulsión imbécil. ¿Algo más?

Árbitro: Yuichi Nishimura (Japón): 4. Pésimo arbitraje de este muchacho que no tuvo ningún criterio para juzgar los fules, las patadas, las tarjetas. Cobró lo que se le antojó y, por momentos, el doparti se le fue de las manos. Bien en la expulsión de Melo.

Nota de Color: el deplorable estado de la cancha. Debo reconocer que me fastidia la perfección de los mundiales (todo cortadito al ras, todo pintadito ¿Por qué no vienen a jugar a la cancha de All Boys?), pero no da que un partido de cuartos de final se juegue en la superficie lunar.

Anexo Uruguay-Ghana: ¿No era offside?


En el momento de ver el partido no lo repitieron. Después del grosero offside de Tevez contra México, ya no se volvieron a ver esas repeticiones con sombra para delatar errores de jueces de líneas.
Pero acá comparto con ustedes el momento congelado. La pelota está entre la cabeza del ghanés y el puño del arquero uruguayo. Va a ser un cabezazo y luego le pegará el 10 de Ghana, Appiah (el que espera con los brazos abiertos).
Es finito, pero, además de las piernas de Muslera, ¿Quién habilitaba a Appiah?
Luego vino la expulsión de Suárez, el penal, el travesaño, etc. Justamente Suárez ahora se queda sin semifinal por esa jugada.
No quiero excederme en exquisito con esta jugada, pero ya no es casual que estas jugadas no se repitan...

jueves, 1 de julio de 2010

Números y más números


Para apaciguar la abstinencia de fútbol, les ofrezco un nuevo post con las elecciones que hicieron los 38 participantes del Prode del Mundial respecto al ítem Semifinalistas, con un cierto grado de análisis sobre el asunto:

34 participantes pensaron que Argentina va a estar entre los cuatro mejores. Es decir que si todo se da como soñamos, 4 serán las personas que la tienen adentro antes de tiempo.

32 participantes consideraron que Brasil será semifinalista. No es raro. Hablamos del líder histórico en la tabla de los Mundiales, cinco veces campeón de la Copa. Siguen encaminados.

La tercera elección fue la tragada de píldora más impactante. Hablamos de Inglaterra, que fue elegido por 29 participantes. La verdad que el papel de Capello, Rooney y compañía fue decepcionante. Pasaron de chiripa un grupo facílisimo y después sucumbieron ante el poderío ofensivo alemán y la ceguera de Larrionda.

El cuarto más elegido fue un equipo cuya mejor actuación en un Mundial fue 4to, allá por el año 1950, cuando Uruguay realizaba su inolvidable Maracanazo en tierras brasileñas. Nos referimos a España o La Furia, como lo denomina su afición. Los pergaminos de los dirigidos por Del Bosque, históricamente caratulados como pecho fríos, no son menores de todos modos: eran, antes de empezar la Copa, los que mejor trataban al balón y obtuvieron la Eurocopa 2008 sin inconvenientes (tuvieron un tropezón, es cierto, en la Copa Confederaciones cuando cayeron en semis frente a los yanquis de Bob Bradley). 24 participantes optaron por imaginar a La Roja en un lugar donde sólo estuvo en una ocasión mundialista.

Mucho más atrás en las preferencias, con menos de 10 participantes, aparecen un seleccionado que sigue vivo y otro que ya se volvió a casa. 8 son los que llevaron a La (ex) Naranja Mecánica a las semis y 7 hicieron lo mismo con la tanada de Lippi, que coronó un fiasco rotundo.

Lo que sigue es marginalidad y sorpresa. Alemani no ameritaba ninguna expectativa evidentemente. Sólo 3 la vieron semifinalista. Esperemos que se equivoquen. 3 también fueron los que imaginaron al bielsismo en la cumbre, aunque lamentablemente la maquinaria aceitada made in Dunga frenó a La Roja sudaca.
Después es todo de a uno, con más o menos éxito. Dijeron adiós Francia, Camerún, Nigeria, México, EEUU y Australia. Mientras que siguen con vida dos audaces: Ghana y Paraguay, con la intención de voto mínima.

La gran ausencia en las preferencias de todos los que participaron en este juego es Uruguay. Nadie consideró a los charrúas siquiera en un 4to puesto. Se ve que la memoria corta primó por sobre la memoria larga.

Veremos a partir de mañana si hay grandes impactos o cierta lógica, sobre todo pensando en las opciones que cada uno de ustedes eligió al comienzo del tremendo juego organizado.

El fino arte de apostar



 






Semana de incógnitas, tranquilidad aparente, aunque meditabundo el caminar de nuestro DT por la inmediaciones de Ciudad del Cabo. Si, la próxima estación se llama Alemania y la verdad que no es menester pasar revista del historial de cruces y estadísticas develadoras, ya que no creemos que la preocupación pase por ahí, ni siquiera –en un plano protagónico- por el rival. Digamos que la duda es el famoso “por casa como andamos”.
Es que llegó la instancia donde Maradona y su cuerpo técnico miden sus capacidades estratégicas en esta competencia, y además, por que no, el momento donde a ellos les vale jugarse un albur, el merito a la apuesta, a la corazonada. Ojo, el sustento de una corazonada es saber evaluar quien está mejor para ocupar un lugar dentro de los 11, sin embargo no deja de ser una apuesta, un riesgo a correr, una excusa de terceros que definirá si fuiste un inconciente o un visionario en los diarios de mañana.  La pugna, en definitiva,  pasa por dos dibujos tácticos distintos, que definen no solo una plantilla de nombres sino también la dinámica grupal dentro de la cancha. (Léase dinámica grupal como el patrón de movimiento que repetirán incansablemente los jugadores dentro del terreno, si es que el dibujo surge efecto en el tramite del partido.)
Podemos afirmar que se piensan solo dos equipos: “el equilibrado” o “el agresivo”. Vale decir que ser ofensivo no implica no ser equilibrado y viceversa, pero para un mejor entendimiento los separamos por su intención primal de juego. Aquí, casi sin quererlo,  desempolvamos un viejo debate de cafetín… ¿Los jugadores son prioridad antes que el dibujo táctico o el dibujo se arma y luego los jugadores se amoldan? ¿Qué conviene priorizar, cual será el punto de partida para nuestro DT?  
La respuesta es como en la vida misma, el reposo y la tensión hacen a un buen plan. Que el pensamiento vaya a la praxis y que la praxis vaya al pensamiento; pero no nos vamos a poner taoistas ya que esto es un mundial y a simple vista se ven solo dos caminos.
Contextualicemos. Ya hechos los andamiajes de la interrogación podemos pasar en limpio: ¿Con Verón o sin él? O la otra pregunta clave ¿Es conveniente sacarlo a Tevez?
Un doble 5 distributivo implica un 4, 4, 2;  clavado, sepámoslo. La posibilidad de tener más el balón, de lateralizar, de controlar de manera más orgánica el medio campo, de replegarnos con más gente y no dar lugar con facilidad al contragolpe alemán. Defender y atacar escalonadamente, llegar al área contraria elaborando –más burocráticamente- los movimientos.
 Si bien contra Nigeria se defendió con tres hombres, y jugaron  el burócrata por excelencia Juan S. Verón más los tres delanteros;  valió como experiencia, fue una apuesta aprobada aunque quedaron dudas en el desempeño defensivo,  hoy no resulta pertinente pensar como contra Nigeria por el carácter del rival. Por eso descartamos defender con línea de 3 y por ende que puedan convivir en la alineación inicial  Verón y los tres de arriba. La otra opción en esto que dimos a llamar “equipo agresivo” es el 4, 3, 1, 2. El diagrama que se utilizó contra México. Macherano haciendo los relevos a los volantes externos  pero más retrasado – 15 metros delante de la dupla central-;  dos carrileros (se barajan nombres) que deberán tener un par de ojos en la espalda y mucha velocidad; y de ¾ de cancha en adelante, alternando las posiciones de pivot, armador y  referente de área: Messi, Tevez e Higuain.  Un equipo algo partido –equipo largo que le dicen- , ideal para el contragolpe y la búsqueda insistente de los errores de la ultima línea germana. Si el futbol se gana haciendo más goles que el rival, no está mal pensar al trío determinante como titulares indiscutidos. Pesa, sin duda, el buen momento que están viviendo los tres y esto no es menor, cada vez más en el fútbol moderno los jugadores determinantes ganan los partidos. 
 Por escribir estas líneas no voy reservarme la opinión, prefiero amplificarla. Yo la voy con el dibujo “agresivo”, pero no soy anti-Verón si es lo que algún mal pensado ya dedujo. Más allá de este post, de las dudas y los nombres e incluso de los cambios de modelo entre gallos y medianoche, quiero ganar como sea.  Medio a cero jugando horrible, no me importa, ¿donde hay que firmar?
Por ultimo, las variantes  Jonás o Maxi; Samuel o Burdissio; Di María o Pastore; más allá de que son  jugadores distintos,  no definen el esquema de los 11 iniciales, son piezas intercambiables dentro de esta maquinaria. El dolor de cabeza de nuestro cuerpo técnico pasa  por la inclusión o no del capitán de Estudiantes de la Plata. Ni más ni menos muchachos.  Menuda tarea para nuestro cuerpo técnico.
El maestro Yoda le diría Diego: “confía en tu instinto joven Jedi”. Y si hay algo que tiene Diego híper desarrollado, es el  instinto.