Brasil es Brasil: Brasil 3 - Costa de Marfil 1

Brasil es Brasil: Brasil 3 - Costa de Marfil 1

Luego de tantas promesas de buen fútbol incumplidas, poco esperábamos de este Brasil versión 2010 que armó Dunga, construido de atrás para delante, desde la fortaleza de zagueros rústicos y el mejor arquero del mundo bajo los tres palos. Sin embargo, Brasil es Brasil y nunca le van a faltar atacantes de la talla de Kaka, Robinho, Maicon, etc. que respetan la gran tradición de Jogo Bonito del continente brasilero.
En el comienzo del partido vimos a una selección africana mejor plantada, que intimaba muy bien el balón y se plantaba en campo rival, aunque con poca profundidad, ya que sólo atinaba a aprovechar las pelotas paradas. La verdeamarelha cedía la pelota y esperaba contraatacar. Tan sólo 2 minutos de juego le bastaron a Brasil para armar el primer contraataque, que Robinho definiría desde afuera del área por arriba del travesaño. El arma ofensiva de Brasil era, respetando las tradiciones, el lateral Maicon, quien se desempeño más como volante que como defensor, armando un línea de 3 con Lucio, Juan y Bastos, quien prácticamente no pasaba al ataque.
El partido era parejo y la pelota la tenía más Costa de Marfil. Hasta ahí pintaba un partido normal, con buen trato de la bocha. Pero a los 21 hubo una gran combinación entre Kaká, Maicon y Luis Fabiano que terminó con un golazo de éste, tras un bombazo que le rompió el arco a Barry.
Costa de Marfil siguió teniendo la pelota aunque sin generar llegadas de gol en ese primer tiempo y los verdes apostaban a las contras generadas por la velocidad de Maicon por derecha.
Esperábamos un segundo tiempo parecido, pero a los 5 minutos Brasil frotó otra vez la lamparita y apareció nuevamente el genio de Luis Fabiano, quien tras tirar dos sombreros y meter dos manitos, que el pito se comió, definió con clase ante la salida del arquero.
Tras el segundo, los marfileños generaron un par de situaciones de gol. A los 8 Drogba tuvo un gran cabezazo que salió al lado del palo. Pero Brasil seguía llegando con contras y aprovechaba los enormes huecos que dejaba Costa de Marfil en el fondo. A los 14, Elano llegó a posición de gol y desvió un remate muy cerquita del palo, y a los 17 una enorme jugada de Kaká, terminó con un centro atrás y una buena definición de Elano.
Brasil nos proyectaba otra vez la misma película: el resultado lo mostraba ganador holgado, pero el desarrollo del partido no se correspondía con ello. ¿Se podía decir que no lo merecía? Sin duda que no, Costa de Marfil tenía la pelota pero no le llegaba ¿Se podía decir que los goles llegaron consecuencia de su volumen de juego que generaba muchas situaciones de gol? Claramente no. Lo cierto es que Brasil hizo gala otra vez su enorme contundencia para despacharse a los africanos. Brasil juega bien cuando quiere y cuando juega bien te mata.
Con el 3 a 0, los sudamericanos se florearon, provocando la ira de los rudos negros, que se sacaron y empezaron a dar murra. A los 21 un patadón terrible sacó de la cancha a Elano (entró Dani Alves) y a sus mochas canilleras, sin que el árbitro siquiera amonestara al marfileño, demostrando el flojísimo nivel del juez galo, que bien podría volverse con el avión de su selección la semana que viene.
La impunidad es la base de la repetición, decía el liberal Siperman, un profesor mío en la secundaria: más tarde Keita le dio un planchazo a Bastos que bien pudo romperlo. El referee le sacó apenas una amarilla, que encendió la furia de los brasileros. Ya se veía que el partido no terminaría con todos los jugadores en la cancha
Para el final y las estadísticas, Drogba metió un frentazo a una pelota lanzada desde el costado y puso el descuento para los costamarfilenses. El final fue más emotivo por las hecatombes que por la chance cierta de que el sueco Ericsson lograra que su equipo empatara. Antes del final un choque entre Kaká y un marfileño le dio inexplicablemente la doble amarilla al crack brasilero, que se perderá el último partido contra Portugal. A esa altura Dunga quería ejecutar al árbitro, uno de los peores de un mundial que, hasta acá, venía un nivel bastante aceptable de sus jueces.
Brasil clasificó a octavos sin despeinarse y Costa de Marfil, el mejor africano en los papeles, está cerca de quedarse afuera en primera ronda nuevamente.

Menciones:

Premio “Alberto Olmedo”: Luis Fabiano. Tuvo una actuación intermitente, pero con dos apariciones le cambió el rumbo al partido

Premio “Stevie wonder”: El juez Lannon. Como diría el rostroteñido Aldo Rico: un pusilánime.

Partido: Bueno, siempre que juega Brasil hay condimentos.